Hormonas vegetales y crecimiento de plantas.

En esta ocasión decidimos realizar una serie de actividades encaminadas a determinar la capacidad de enraizamiento que comúnmente se le ha dado al agua de lentejas y de maíz. A parte de esto visitamos la represa de La Regadera, y dado que la vegetación de esta zona está fuertemente intervenida para coníferas de diferentes especies, en especial ciprés en la parte baja de la represa y de pinos en la parte superior, decidimos tomar una muestra del tapete de queda en el piso al caer las hojas de los cipreses. Esto con el fin de mejorar la porosidad de la tierra dado que la tierra que se emplea normalmente para agricultura es de contextura arcillosa, lo que dificulta la aireación de los suelos y aumenta la retención excesiva de agua. Por estas razones decidimos hacer esta experiencia.


Inicialmente, en la clase de biología de grado noveno, con ocasión del tema de ADN decidimos sembrar en botellas a forma de cultivo vertical plantas de la región. Como la tierra tiene problemas al ser muy arcillosa se pensó en acondicionar tierra para mejorar su drenaje y retención parcial de agua. Esto para estudiar la forma como se expresa en ADN de la semilla de determinada especie a lo largo del trimestre.

Para mejorar la probabilidad de las plantas a enraizar, decimos trabajar con hormonas vegetales. Comúnmente se conoce que el agua de germinados de maíz y lenteja pueden contener cantidades significativas de hormonas de enraizamiento. Por esto pusimos a germinar durante 12 días un kilo de maíz y de lentejas por aparte. 









Transcurrido los 12 días las lentejas habían germinado, pero el maíz no. Luego se lavó con dos litros de agua de la llave las semillas de maíz y por aparte las de lenteja, macerando las semillas en el proceso, para recoger finalmente el agua resultante. 










Para probar su potencial de enraizamiento se propuso hacer una experiencia con la germinación de lechugas. Pero los problemas del suelo de la región constan, entre otras, de el alto contenido de arcillas y la alta retención de humedad acompañada con la baja aireación al ser materiales pomo porosos. Por esta razón nos fuimos a la represa de La Regadera, aledaña al colegio (10 minutos caminando) y recogimos 10 Kg de hojas de ciprés, ya que es muy abundante en la parte baja de la represa. 






En laboratorio mezclamos las hojas traídas de la represa con tierra de la región, en una proporción 70% tierra y 30% hojas secas. Esto mejoró la estura de la tierra y su aireación.


Finalmente preparamos el semillero para sembrar lechuga con esta tierra y regarla con las hormonas vegetales; la mitad con maíz y la otra mitad con lenteja.










Luego de esto la mitad de la bandeja de semillero se regó con las hormonas de maíz y la otra mitad con las hormonas de lenteja.








Para cerrar, también se preparó un grupo de control, el cual tendría la misma profundidad de tierra, semillas de lechuga del mismo empaque, que sería regado únicamente con agua sin ningún tratamiento.



Quedando el montaje final. El registro fotográfico y el procedimiento de la experiencia fue realizado en un 90% por el estudiantado, aspectos de difícil ejecución fueron realizados por el profesor; no se suben fotografías de los estudiantes en el sentido que la ley así lo establece. 

El riego se hará cada tercer día al igual que el registro fotográfico. Este fue el planteamiento del experimento y su montaje. En una próxima entrada tendremos la oportunidad de comunicar nuestros resultados y la experiencia de los estudiantes en relación a la siembra con estas hormonas de plantas de la región.


Ideas Para Mi Mundo. Proyecto Clan-Destino con apoyo de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá (EAAB) y la Alianza SoCya.

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